martes, 4 de julio de 2017




CESE BILATERAL AL FUEGO Y LAS HOSTILIDADES
ELN, 53 años de lucha armada (4 de Julio1964-2017)

CARLOS MEDINA GALLEGO
Docente Investigador
Universidad Nacional de Colombia
Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz

Un aniversario más del ELN.

El primer foco guerrillero del ELN se conforma en la vereda "La Fortunata" del Municipio de San Vicente de Chucurí, en el departamento de Santander; Allí, confluyen una serie de elementos en los que se confunde lo político, con lo familiar y lo local. Del grupo que inicia la primera marcha,  el 4 Julio de 1964, prácticamente todos pertenecían a la región o eran conocidos en ella.  Eso les permitió sobrevivir durante los primeros meses, pero, además, evitar las infiltraciones que podían producirse al escaparse la información de que un grupo armado se estaba configurando en el área.

Un contexto social e histórico muy específico que se expresaba en los habitantes de la región permitió dar vida al proyecto armado del ELN: La presencia de una base campesina rebelde unida a una experiencia guerrillera acumulada en la Violencia y a unos estrechos lazos de amistad y solidaridad entre familiares y amigos,  se combinaron para que lo que surgió en el ritual de un juramento de jóvenes en Cuba, comenzara a tomar forma en un espacio y tiempo determinados.
Pedro Gordillo era hijo de Santos Gordillo y Teofila Ariza, esta familia llegó a la región hacia 1959, desplazados por la violencia que los había hecho migrar desde los límites de Boyacá y Santander (Güepsa).  El padre de Nicolás Rodríguez les vendió un pedazo de tierra donde comenzaron a levantar su finca; existía entre los Gordillo  y José Ayala una vieja amistad política que los unía desde el tiempo de la lucha entre los dos partidos tradicionales.  Fabio Vásquez Castaño, quien se desempeñó como fundador y primer comandante, llegó a la región en la segunda mitad de 1963, haciéndose pasar por pariente de Pedro Gordillo, fue a través de él y de la Familia Rodríguez Bautista, que comenzó a hacer los contactos y a construir la base campesina para la conformación del grupo que iniciaría la primera  marcha.

Pedro Rodríguez Martínez, traía una largo acumulado de lucha política y cívica; hizo parte del movimiento de los Bolcheviques del Líbano que se levantaron en el 28 y 29, siendo alcalde de San Vicente durante ese período; después del fracaso del levantamiento, él conjuntamente con Rodolfo Flórez, Arturo Meneses, Heliodoro Ochoa (padre), y algunos otros líderes populares se vinculan al Partido Comunista y continúan como dirigentes cívicos de la zona. Respondiendo a la dinámica política que se manifestó en los años siguientes, Pedro Rodríguez estuvo a la cabeza de las luchas que en la región se libraron como consecuencia de la muerte de Gaitán en el 48; por mantener unas relaciones muy cercanas con las experiencias de la guerrilla liberal en Santander, tuvo que abandonar la tierra, fue perseguido, y encarcelado bajo la sindicación de apoyar las guerrillas de Rangel.

Con el tiempo se introdujo en el Partido Comunista la discusión de si había condiciones o no para la lucha armada, muchos de los viejos de la región que habían tenido experiencia con las armas veían con preocupación el desenvolvimiento de la discusión, en la medida en que se alejaba la posibilidad de la lucha armada;  algunos, como en el caso de Pedro Rodríguez se retiraron del Partido  y estuvieron un tiempo andando solos.  Cuando aparece el Movimiento Revolucionario Liberal (MRL), los líderes de la región se entusiasman nuevamente, vieron esa escisión del partido liberal, liderada por Alfonso López Michelsen, como una posibilidad real de dar paso a un proyecto verdaderamente revolucionario. Sin embargo, pronto viene el desengaño y la frustración.  En el momento en que se está produciendo esta situación es que llega Fabio con la propuesta de construir un proyecto armado de corte revolucionario.

Heliodoro Ochoa, hijo, era un muchacho cooptado por la actividad política del padre quien durante más de treinta años había sido participe de las luchas locales en el desarrollo de los movimientos campesinos liberales y comunistas.  Los Ochoa son un contacto importante en la confluencia de la gente del Partido Comunista y los Gaitanistas.  Fabio Vásquez, José Ayala y Víctor Medina Morón,   resultan hombres claves porque conocen la región y los conoce la gente. Así, Ochoa, hijo, desempeña un papel significativo en el establecimiento de contactos, primero a nivel de San Vicente, luego, vinculándose al trabajo político de la actividad urbana,  en Bucaramanga.

Entre el trabajo político que se realiza en San Vicente de Chucurí en la Vereda la Fortunata y el que se desarrolla en las zonas de colonización, a donde están llegando nuevos familiares a las distintas veredas, comienza a estructurarse el grupo que ha de iniciar la primera marcha.

El Grupo se conforma con campesinos de las veredas de Santa Helena del Opón, la Fortunata, la región de Riofuego y Simacota. La mayoría de ellos radicados, como colonos, en el Cerro de los Andes que es donde se instala el primer foco guerrillero.

“Bueno mire, lo que pasa y es que ahí hay un empalme de las dos veredas, esa vereda donde se forma la guerrilla y después la vereda a donde se va a hacer el entrenamiento, una vereda está a seis o siete horas de camino real o en mula; los muchachos de la zona de San Vicente, como ya no hay donde trabajar, porque son zonas ocupadas con cultivos de cacao y café, tiene la expectativa de ir a abrir montaña y a colonizar. En las zonas de colonización se encuentran con gentes de otras veredas, se forman los grupos familiares, y de ellos salen los que van a hacer la primera marcha; así, hay tres muchachos que son de Santa Helena del Opón, pero no de la gente conservadora, sino, de la gente liberal: Salvador Afanador 'Silverio'. Salvador Leal 'Saúl' y Domingo Leal 'Delio' ; hay dos de Simacota que son los González, jefes guerrilleros del área del Galán y Simacota, de las guerrillas que conducía Rafael Rangel, Luis José Solano Sepúlveda, que es quien los contacta, había sido guerrillero, estando jovencito como enlace o estafeta de los tíos de los muchachos que ahora son guerrilleros de este nuevo grupo. Entonces está ese grupo de los tres muchachos de Santa Helena, los dos de Simacota, que luego con Mariela que está haciendo un curso de enfermería, pero dentro del mismo propósito de enguerrillerarse, son seis... el resto de muchachos están en dos veredas, los que recluta José Solano 'Leonardo' en la guerrilla, un muchacho Pedro Rodríguez que es 'Policarpo', Avelino bautista 'Abelardo', Salomón Amado Rojas, Manuel Muñoz 'Miguel', Ciro Silva 'Conrado', Pedro Gordillo 'Parmenio', Hernán Moreno Sánchez 'Pedro David', un muchacho Juan, Jacinto Bermúdez. Bueno y yo" (Nicolás Rodríguez Bautista)
La procedencia política era variada, la mayoría de ellos venían de familias liberales y comunistas de la región, algunos herederos directos de las prácticas de la guerrilla liberal de Rafael Rangel, otros contaban con el ejemplo y las historias de sus padres sobre las luchas campesinas y políticas de los treinta años que antecedieron al surgimiento del grupo, e incluso hubo quienes habían atravesado por la experiencia política del MRL. Establecidos los contactos, organizadas las redes logísticas urbanas y rurales, consolidado el grupo base y definida la zona de operaciones sólo quedaba iniciar la primera marcha.

En los operativos de la primera marcha guerrillera participaron la gente de mayor confianza en la región, el trabajo político había ido generando una disposición de la población para colaborar que fue canalizada hábilmente por el grupo de Fabio. En el comienzo la necesidades logísticas fueron muy sencillas, la alimentación se solucionaba con lo que se producía en la región y con lo que espontáneamente colaboraban los campesinos ; como no existían recursos económicos para comprar cosas que pudieran necesitarse, prácticamente la dotación iba apareciendo por la vía de la solidaridad, los viejos regalaban un par de botas, un machete, una toalla, una camisa, un pantalón o los tiros para los revólveres y las escopetas que lograron conseguirse.

 El 4 de julio de 1964, en un rancho abandonado en la finca de los padres de Pedro Gordillo, a las 8 de la noche, se encontraron los 18 que emprenderían la primera marcha. Después de recibir las instrucciones pertinentes y establecer las contraseñas para el camino, se inicia la marcha con rumbo hacia Noroccidente con el propósito de llegar al cerro de los Andes.

Una mesa construyendo confianza.

53 años después, 4 de Julio de 2017, la organización sigue existiendo y se ha sentado a una mesa de conversaciones de paz, con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos,  en la ciudad de Quito-Ecuador, para tratar de sacar adelante un proceso y una agenda nada fácil. No es la primera vez que el ELN está en una mesa de conversaciones, la más reciente fue hace algo más de 10 años, durante la administración del presidente Uribe, en la Habana-Cuba. Han sido treinta años buscando una salida política al conflicto armado que no logra cuajar.

La mesa de Quito ha terminado su segundo ciclo y avanza lentamente en la búsqueda de confianzas y seguridades suficientes para comenzar a dar paso a la participación de la sociedad civil, que es,  por la naturaleza de la agenda,  la que define el sustrato temático de ese proceso. Las dos subcomisiones creadas (Humanitaria y de participación) buscan encontrar rutas lo suficientemente seguras como para que el proceso comience a dar frutos y buenos anuncios al país. Es absolutamente claro que una agenda como la dada a conocer el 30 de Marzo del 2016, en Caracas, tiene dos pre-requisitos que son ineludibles. El primero, definir con claridad las formas y propósitos de la participación de la sociedad en los diálogos, el alcance de sus propuesta y el carácter vinculante o no de las mismas con acuerdos a los que se pueda llegar mediante las conversaciones. Y, segundo, crear unas condiciones favorables para que la participación se pueda dar en forma amplia, con garantías y seguridades suficientes y eso tiene que ver indiscutiblemente con el cese al fuego y las hostilidades.   

Cese al fuego y las Hostilidades

El camino del cese bilateral al fuego, es en medio de dificultades,  relativamente fácil. Se trata en lo esencial de callar los fusiles y llegar a una acuerdo de mutua no agresión. Establecer protocolos de comportamiento en el territorio tanto de las Fuerzas Militares como de la Guerrilla del ELN y crear el monitoreo que sea necesario para que no se produzcan incidentes. Allí la comunidad internacional de países amigos, la oficina de las Naciones Unidas, la Cruz Roja Internacional, y las organizaciones de Derechos Humanos juega un papel fundamental, de veeduría y seguimiento a lo que se acuerde en materia de cese al fuego. 
El cese al fuego implica suspensión de operativos militares y bombardeos por parte de la fuerza pública, delimitación de áreas de operaciones contra otros actores del conflicto, así como, cese  de ataques a la fuerza pública y a la infraestructura nacional definida como objetivo militar por la guerrilla del ELN.  
No resulta tan fácil, el cese a las hostilidades y su monitoreo,  dada la variedad de actores existentes en el conflicto, algunos sobre los cuales no se tiene control, incluso los que hacen parte del orden institucional y operan en connivencia con bandas criminales y grupos paramilitares o por su propia cuenta en encubierto y abiertamente.   
Pero si se logran poner de acuerdo, el cese de las hostilidades convoca la suspensión del secuestro y la tributación extorsiva, por parte de la guerrilla, lo que implica de alguna manera tener que financiarla, para lo cual sería útil, el apoyo de la comunidad internacional, a no ser que el ELN tenga una economía de guerra tan vigorosa que le permita financiarse durante el periodo de cese bilateral del fuego y las hostilidades.  
El cese de hostilidades por parte del Estado Colombiano está unido a las demandas que ha hecho el ELN que no resultan fáciles de cumplir dadas las complejidades del conflicto. 
Primero, avanzar en la desparamilitarización de las Fuerzas Militares, prestando especial atención a los mandos que,  en los territorios,  mantienen relaciones con grupos paramilitares y bandas criminales, operando a través de ellos en las condiciones donde la constitución y las normas se lo impiden.
Segundo, detener la ola de asesinatos que se viene produciendo contra los líderes del movimiento social y popular en forma selectiva y contra los activistas de derechos humanos y de los movimientos politicos, así como las amenazas dirigidas contra estos de manera permanente y sistemática.
Tercero, suspender los empadronamientos poblacionales en los territorios y el control de los abastos e insumos necesarios para la vida y el trabajo de los pobladores y las comunidades, en particular alimentos y medicinas. 
Cuarto, detener la judicialización creciente de líderes sociales, campesinos,  estudiantiles y populares y garantizar y proteger la protesta social legitima. 
Quinto, dar un especial tratamiento humanitario a la población carcelaria y garantizar su derecho a la legítima defensa siguiendo el debido proceso y desmontando los procedimientos ilegales que han dado origen a los falsos judiciales positivos.
La posibilidad de avanzar en el cese al fuego bilateral y a las hostilidades significa crear unas condiciones especiales para que los diálogos puedan darse, la comunidad y la sociedad participe, y la agenda comience a andar en temas sustanciales. Adicionalmente,el cese al fuego y las hostilidades, haría una importante y significativa economía de sangre, entre soldados y guerrilleros, se sustraería del conflicto a la población civil, y se construirían mejores condiciones para que el conjunto del país preste mayor atención a los diálogos, en el entendido que su éxito, seria avanzar hacia una paz completa y hacia el fin definitivo del conflicto armado, lo que no es igual, al fin de la violencia.
Esperemos que la tercera ronda de conversaciones venga cargada de buenas noticias y que al conmemorar los 53 años en conflicto armado, Gobierno y ELN, entiendan el momento histórico y el momento político por el que atraviesa el país, y marchen con convencimiento y decisión hacia un acuerdo de paz definitivo.       


4 de Julio del 2017-