martes, 21 de febrero de 2017





100 constructores de paz para el proceso Gobierno - ELN
Elementos para pensar la metodología de la participación social

CARLOS MEDINA GALLEGO
Docente –Investigador
Universidad Nacional de Colombia
Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz –CPSPP-

De Quito comienzan a llegar los primeros comunicados conjuntos de las delegaciones de paz del Gobierno Nacional y el ELN, lo que representa una buena señal de que las conversaciones, que en esta fase de construcción de confianzas y primeros acuerdos no es fácil, van marchando a ritmo lento pero seguro. La decisión de trabajar en dos subcomisiones,  con un solo cuerpo de mesa,  le permite a las delegaciones avanzar sin premuras en la búsqueda de los consensos necesarios para llegar a los primeros acuerdos que por su naturaleza son de implementación inmediata en la medida en que son prerrequisito para ambientar y ponen en marcha los diálogos propiamente dichos.

La subcomisión humanitaria, tiene la responsabilidad de construir un acuerdo de desescalamiento de la confrontación y de cese de hostilidades que acabe el secuestro y la ola de asesinatos contra los dirigentes sociales y políticos y, pensar en la posibilidad real de implementar un cese al fuego bilateral y focalizado, sobre áreas que en este momento lo requieren con urgencia para facilitar los procesos de participación social y que ayudarían, adicionalmente, a la fase de implementación de acuerdos que se encuentra en marcha. Un cese al fuego focalizado que les permita a las Fuerzas Militares centrar su atención en la lucha contra las bandas criminales y el paramilitarismo. Resulta muy difícil que la participación de la sociedad se de en medio del conflicto armado y eso requiere que las partes se pongan de acuerdo en cómo crear las condiciones de seguridad para que los diálogos que se den en los territorios no tengan incidentes que lamentar.

Por su parte la subcomisión metodológica debe trabajar para encontrar una propuesta lo más realista, objetiva y práctica para que la participación de la sociedad sea productiva y sus aportes sean vinculantes a los puntos de agenda que los convoca. Desde la experiencia que el Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz de la Universidad Nacional de Colombia ha adquirido en relación con los Foros Nacionales y Regionales solicitados por la mesa de la Habana y la participación en la organización y desarrollo de la Segunda Asamblea Nacional por la Paz convocada conjuntamente con la Unión Sindical Obrera (USO), las enseñanzas y los aprendizajes adquiridos en estos procesos nos ubican frente a dos procedimientos complementarios y útiles para garantizar la participación efectiva de la sociedad en general. Primero, la realización de eventos de naturaleza “masiva”, pero cualificada, en los distintos territorios en que se quieran desarrollar diálogos que giren en torno a problemas territoriales y poblacionales específicos, en donde se ventilen de manera clara propuestas que puedan ser organizadas alrededor de grandes ejes temáticos. Segundo. Crear una mesa de diálogo permanente de la sociedad, compuesta por 100 Constructores de Paz, de la que hagan parte las dirigencias reconocidas y legitimas del movimiento campesino, indígena, afrodescendiente, obrero, popular y  estudiantil; así como representantes del movimiento de mujeres, población LGTBI, movimiento juvenil y ambiental y, otros movimientos que se consideren esenciales para los diálogos. Pero Igualmente, donde participen los sectores productivos a través de sus organizaciones gremiales y centros de estudio, que hagan presencia la Sociedad de Agricultores de Colombia SAC; la Asociación Nacional de Industriales, ANDI; la Federación Nacional de Ganaderos, FEDEGAN; la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio, CONFECAMARAS; Representantes de empresas transnacionales que trabajan en sectores estratégicos de la economía como el minero-energético, de infraestructura y el agroindustrial, entre otros.

Una mesa que convoque representantes de los movimientos sociales y políticos, en la que se den cita todos los partidos para reflexionar sobre los temas de la democracia y la organización del sistema político y electoral del país y, de los procesos que conducen a la ampliación y profundización de la democracia.

Deben estar igualmente representados sectores de la academia que puedan contribuir de la mejor manera a la construcción de propuestas viables en un proceso que por su naturaleza se da de manera colectiva.

Desarrollar un número representativo de encuentros masivos que vayan definiendo un interlocutor legítimo de la sociedad que conformen ese equipo de trabajo de 100 Constructores de paz, como un capital social, calificado y legítimo de la sociedad que ayude de manera sistemática al procesamiento y elaboración de propuestas, a través de mesas o comisiones especializadas podría ser una ruta para construir los diálogos con la sociedad y fortalecer la legitimidad de las decisiones de la mesa.  No obstante, cualquiera que sea el camino metodológico que se decida, lo importante es que las partes estén de acuerdo y el país sienta que el proceso avanza y marcha por buen camino.


21 de Febrero de 2017         

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